La red wifi es un peligro que tenemos en nuestras propiedades por donde podrían obtener nuestros datos personales y que si no tenemos en cuenta esos riesgos podríamos vernos afectados. Tener la wifi abierta implica tener nuestra conexión a Internet compartida, además de otros riesgos:
- Reducción del ancho de banda.
- Robo de la información transmitida.
- Conexión directa con nuestros dispositivos. Esto implicaría darle acceso a toda nuestra información.
- Responsabilidad ante acciones ilícitas.
Somos los primeros responsables de las acciones cometidas bajo nuestra red WiFi. Por tanto, si un usuario no autorizado comete acciones ilegales mediante nuestra conexión WiFi, puede crearnos problemas muy serios.
Muchos intrusos aprovechan los errores de seguridad en el router, por lo que según el método de seguridad que utilicemos se lo pondremos mas fácil o no, pero conseguirán conectarse sin problemas si presentamos alguna de las siguientes debilidades:
- WiFi abierta.
- Seguridad obsoleta.
- Clave WiFi débil.
- Clave WiFi por defecto.
Por ello, hay que tener algunas medidas de seguridad para así poder minimizar la probabilidad de ser víctimas de un ataque. Las medidas básicas recomendables son:
- Asignar el sistema de seguridad más avanzado: WPA2.
- Cambiar la contraseña por defecto.
- Cambiar el nombre de la WiFi o SSID.
- Modificar la contraseña para cambiar la configuración.
- Apagar el router si nos ausentamos varios días.
- Habilitar restricción MAC (o dirección física). Esta medida de seguridad se suele recomendar pero a nivel de seguridad no son efectivas ya que, a día de hoy, con los conocimientos necesarios, es posible falsear esa dirección para ponerse una permitida. ¿Cómo? Mirando por ejemplo, la dirección MAC que tienen los dispositivos conectados en un momento dado. Por tanto, aunque aplicar esta medida es bueno, no es una garantía de seguridad.
Aunque nos parezca que estas cosas solo les pasan a los demás y que nuestra red WiFi nunca va a ser objetivo de un atacante, debemos ser prudentes y mejorar nuestro sistema de seguridad. Que un intruso utilice nuestra WiFi puede causarnos, además de incómodos fallos de funcionamiento, importantes problemas con la justicia.Sólo necesitamos ponernos al día y aplicar unas recomendaciones básicas:
- Mejorar el cifrado de la red a WPA2.
- Cambiar las claves por defecto, tanto de la red como la del acceso al panel de control, y utilizar siempre claves robustas.
- Verificar periódicamente quién se conecta a nuestra red. Con la aplicación adecuada podemos comprobar que se están conectando a nuestra red sólo nuestros dispositivos.
Fuente de informacion: https://www.osi.es/es/protege-tu-wifi
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